top of page
  • Foto del escritorTony Arias Gil

Mi regalo de cumpleaños: el Morro en Montecristi

Actualizado: 30 ene 2018

A pesar de que el cielo conspiró con la belleza de las fotos, estando allí se pueden tomar puras postales.

Los regalos de cumpleaños llegan envueltos en papel celofán. O dentro de un sobre, si te regalan un boleto de avión o un dinerito para disfrutar. Yo lo había pedido con antelación: mi celebración sería en El Morro de Montecristi, 272 kilómetros #masallademicalle. Aquí les dejo con la primera entrega de mi viaje a Montecristi.



Quería ver el atardecer desde las playas de Montecristi, pero el viaje que había calculado en 5 horas, me tomó un poco más de 6 y llegamos oscureciendo. Así que la celebración de cumpleaños se simplificó a una cena en uno de los restaurantes más emblemáticos de Montecristi. En la segunda entrega de esta serie, les hablaré de los lugares para comer en esta provincia.

Debo destacar que en mi paseo por el malecón del municipio cabecera me encantó este mirador que hicieron.



Al día siguiente de mi visita a Montecristi, a pesar de la lluvia dejamos el hotel para llegar al Morro. Había visitado varias veces esta provincia y siempre lo miraba desde el balcón de un hotel o desde el vehículo en que me transportaban. Siempre lo miraba desde lejos. Pero esta vez no, decidí llegar e impresionarme por las bellezas que nos brinda la naturaleza.


La imagen de arriba es característica de la playa que está localizada en el lado noroeste de la meseta. Se conoce como el Zapato de El Morro.

A pesar de que el cielo conspiró con la belleza de las fotos, estando allí se pueden tomar puras postales. Como esta, con modelo incluida:


Mi interés era disfrutar el paisaje. Guardar en mi memoria lo impresionante de este monumento natural para recordar mi cumpleaños rodeado de verde, agua, piedras y recuerdos marinos.





De verdad que sí que valió la pena salir más allá de mi calle y sentir en mis pies la fuerza de la marea. Aunque les soy sincero, si deciden, como lo hice yo, bañarse en esta playa, deben estar preparados para recibir la potente fuerza de las olas.




La orilla de la playa está constituida de una arena rojiza y de múltiples piedras que de seguro le dejarán un buen recuerdo al visitante que quiera caminar en ellas.


Aunque El Morro es un área protegida, se evidencia que las lluvias están erosionando la parte del macizo que da al mar.



Debo reconocer el interés del Ministerio de Medio Ambiente en cuidar este paraíso, de forma que los visitantes no dañen el parque, así como evitando la entrada de vehículos a la costa y la quema de árboles para la producción de carbón.


Al llegar uno se encuentra con una hermosa casa del ministerio con militares a cargo del cuidado de la zona. En nuestra visita nos encontramos con Félix, quien nos orientó sobre lo que hacen y fue muy amable cuando le solicitamos utilizar el baño que tienen en la instalación.




Y lo que menos me imaginaba es que este monumento natural también es un lugar de peregrinación. Cuando ví las cruces pensé que eran de personas que habían muerto allí, pero Félix me explicó que son las estaciones de un Vía Crucis. !Cuánto tendrán que caminar los fieles para llegar allí!




Al margen de las creencias religiosas y del esfuerzo para tomar esta vía a la cruz, recomiendo este viaje al Morro. No sólo para tomarse fotos. Sino para contemplar lo pequeño que somos.



Aquí les dejo una crónica audiovisual que preparé gracias al asistente de Google Fotos. Si les gusta, lo pueden compartir:

Si te gustó esta entrada de #MasAllademiCalle, no dudes en compartirla. Espero tus comentarios aquí abajo.


Fotos tomadas con celular Samsung.




67 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page