Encontrarme con un hotel tan chic en medio de una zona rural, fue para mí una experiencia única. Conocer siempre un lugar nuevo nos llena de vivencias que enriquecen nuestra alma viajera.
Aunque el título parezca atractivo y pretencioso, la intención es contarte cómo me impactó lo chic en el campo. Desde que vi la decoración, los colores, los muebles y la pecera capté un contraste con el entorno, una zona rural donde se siembra arroz y pastorea ganado. Originalmente pensé so too much, pero con la asesoría correcta lo definí como way too rural chic. Entra y verás por qué lo digo.
Y es que esperaba verme con unas vacas en la zona verde del lobby del hotel. Lo primero que me encontré fue esta pecera que me recordó a Juan Luis Guerra cuando cantaba que quería ser un pez, “para tocar mi nariz en tu pecera y hacer burbujas de amor, por donde quiera”.
Yo que he viajado a muchas zonas rurales en República Dominicana y que me he hospedado en hoteles de campo, no me esperaba paredes de yeso, marmol, pisos de madera y una decoración con énfasis en los colores fuertes.
Encontrarme con un hotel tan chic en medio de una zona rural, fue para mí una experiencia única. Conocer siempre un lugar nuevo nos llena de vivencias que enriquecen nuestra alma viajera.
Me gustó mucho la terraza que tiene la habitación, que aunque está cerrada, permite la entrada de luz y con el techo que tiene se siente la lluvia caer.
Así, aunque mi noche romántica fue preparada por mí y mi compañera, conocí el hermoso gazebo en el que el hotel prepara eventos exclusivos con un aire romántico, en un lugar hecho en madera con techo de cana y encima de un canal de agua.
También disfruté de una pequeña piscina que está entre las habitaciones y el área de desayuno.
Y por qué no, también se pueden aprovechar sus espacios y adornos para llevarnos ese recuerdo que de seguro nos coloriza el alma.
Hotel Boutique muy Chic
Llegué al Hotel Boutique del Lago by Nagua a través de una oferta de Viagrupo con la cual reservé una habitación para dos personas con desayuno incluido por cuatro mil 900 pesos.
Antes de comprar la oferta hice una búsqueda en Google, pero como el hotel tiene unos 4 meses fue muy poco lo que encontré. Ubiqué el lugar a través de Google Maps. Esperaba un hotel bonito, pero sobre todo, con características rurales.
El establecimiento está enclavado en la comunidad El Factor a 5 kilómetros de la ciudad de Nagua y a 160 de mi casa, según la ruta que tomé.
Al llegar me encontré con una estructura que, aunque integra la madera y los techos de canas, es preponderante una decoración muy elegante y sobre todo muy chic.
El uso de muebles y paredes con estampados, grandes sillas y mesas, maceteros de gran tamaño, daban la impresión de estar en un lujoso hotel.
El hotel se define como “un Residencial – Country Resort” que está ubicado “en uno de los parajes naturales y más bellos del paradisíaco campo existente en el entorno cercano de la villa de Nagua”.
Tiene 18 habitaciones, 12 estándar, tres dobles, y tres suites, de las cuales dos son junior y una ejecutiva. Las tres suites tienen jacuzzis.
Tienen como proyecto la venta de solares para la construcción de diferentes villas.
Estadía y atenciones
A pesar de que el hotel tiene cuatro meses, el personal está muy bien entrenado para ofrecer un servicio de calidad. Así lo pudimos comprobar con las recepcionistas y los jóvenes meseros en el desayuno.
Al parecer el lugar está pensado para que los visitantes puedan desconectarse de la ciudad en un ambiente relajado, con música, piscina y diferentes áreas de star, así como esparcimiento como billar y dominó. También para que el hotel sea un lugar de paso y desde ahí visitar las playas cercanas y los lugares de atracción como la Laguna Dudú en Cabrera.
Detalles a mejorar
Para ser un hotel con sólo cuatro meses de estrenarse hay algunas cosas que se deben mejorar.
Es necesario que la empresa le entregue a cada huésped un pequeño brochure en el que se indiquen los servicios a que puede acceder.
El hotel se encuentra en una extensión de 290 mil metros cuadrados. Aunque está pensado para vender 200 solares, debieron dedicarle más espacio a las habitaciones para que los clientes no se sientan encerrados.
No hay un parqueo definido en el área del hotel. Hay un amplio parqueo del lado del restaurante, pero la forma de acceder al establecimiento es diferente, por lo cual el cliente se siente extrañado.
En un país donde el servicio energético es de mala calidad, lo mejor es tener una planta eléctrica automática. Fue de muy mal gusto las veces que fallaba la energía eléctrica y se apagaba el aire y la televisión y todo quedaba a oscuras. Para un hotel con mucho lujo es una deficiencia que no se entiende.
Para conocer los detalles del hotel puedes entrar a su web:
